Revista Nro. 29

Índice:

Actitudes Mentales

Aldea Humana

Las Nueve Revelaciones

Trabajo para una Utopía

La otra Tierra


Actitudes Mentales

A un oasis llega un joven, toma agua, se asea y pregunta a un viejecito que se encuentra descansando.

¿Que clase de personas hay aquí?

 

El anciano le pregunta:

¿Que clase de gente había en el lugar de donde tu vienes?

 

«Oh, un grupo de egoístas y malvados— replicó el joven— estoy encantado de haberme ido de allí", a lo cual el anciano comentó:

Lo mismo habrás de encontrar aquí.

 

Ese mismo día otro joven se acerco a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó:

¿Qué clase de personas viven en este lugar?

 

El viejo respondió con la misma pregunta:

¿Que clase de personas viven en el Lugar de donde tu vienes?

 

«Un magnífico grupo de personas, honestas, amigable, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado».

 

«Lo mismo encontraras tu aquí», respondió el anciano.

Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:

 

¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?, a lo cuál el viejo contestó:

 

«Cada uno lleva en su corazón el medio ambiente donde vive. Aquel que no encontró nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí".

 

Aquel que encontró amigos allá podrá encontrar amigos acá, porque a decir verdad, tu actitud mental es lo único en la vida sobre lo cuál puedes tener control absoluto. C.E.

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Aldea Humana

Les propongo examinar una estadística interesante...

Si pudiésemos reducir la población del mundo entero a una aldea de sólo 100 personas, manteniendo las proporciones de todos los pueblos existentes en el mundo, la aldea estaría habitada de la siguiente manera, habría:

 

- 57 Asiáticos.

- 21 Europeos.

- 14 Americanos (de América delNorte, Central y del Sur).

- 8 Africanos.

- 52 serían mujeres.

- 48 hombres.

- 70 no serían blancos.

- 30 sí.

- 70 no serían cristianos.

- 30 sí.

- 89 serían heterosexuales.

- 11 serían homosexuales.

- 6 personas poseerían el 59 % de la riqueza y las 6 serían norteamericanas.

- 80 vivirían en viviendas no habitables.

- 70 serían analfabetas.

- 50 sufrirían de desnutrición.

- 1 estaría por morir.

- 1 estaría por nacer.

- 1 poseería una computadora.

- 1 (sí, sólo 1) tendría un diploma universitario.

 

Si se considera al mundo desde esta perspectiva, la necesidad de aceptación, comprensión y educación se manifiesta claramente.

 

Consideren también esto, por favor:..

Si esta mañana se despertaron con más salud que enfermedad, son más afortunados que el millón de personas que no vivirán hasta la semana próxima.

 

Si no han experimentado nunca el peligro de una batalla, la soledad de la prisión, la agonía de la tortura, los zarpazos del hambre, son ustedes más afortunados que 3 mil millones de personas de este mundo.

 

Si poseen alimentos en el refrigerador, si tienen con qué vestirse, si tienen un techo para cobijarse y un lugar dónde dormir, son más ricos que el 75 % de la población del mundo.

 

Si poseen dinero en un banco o en la billetera, y moneditas guardadas en una lata en algún lugar, entonces forman parte del 8 % de las personas que gozan de mayor bienestar.

 

Si todavía están casados y sus padres están todavía vivos, son entonces personas raras, incluso en Estados Unidos y Canadá.

 

Si pueden leer este mensaje, entonces han sido tocados por la buena suerte dos veces: porque alguno pensó en ustedes, y porque no forman parte de los 2 mil millones de personas que no saben leer.

Consideren esto, y recuerdenlo cuando las circunstancias de la vida nos parezcan adversas. (CE)

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Las Nueve Revelaciones

 

Creo que es fundamental en estos momentos, mantener vivo en nuestras mentes el mensaje propuesto en esta obra, por su profundidad, por su belleza y por esa extraña sensación que despierta su lectura, en el sentido de entrar en contacto con una gran verdad trascendente, es que hemos sintetizado en las propias palabras del autor el contenido fundamental de su texto.

 

Las revelaciones.

 

1) Una Masa Crítica: es el despertar producido por una gran cantidad de individuos que sienten sus vidas como una expansión espiritual, motivada por la percepción de coincidencias significativas a las que llamamos sincronicidades.

 

2) Un ahora más permanente: ese despertar espiritual representa una visión del mundo más completa saliendo del adormecimiento que nos produjo la preocupación por la seguridad y el confort materiales. Cuándo perdimos la fe en la capacidad de los religiosos medievales para describir nuestra realidad espiritual, se creó una profunda inseguridad existencial ¿cuál era el verdadero propósito de la vida humana?, y aliviamos esa inseguridad preocupándonos por el progreso físico, aceptando la ilusión de que vivimos en un universo racional. En este sentido, la ciencia, a cumplido un papel fundamental.

 

3) Una cuestión de energía: en este momento sentimos que no vivimos en un universo material sino en un universo de energía dinámica que nos incluye a nosotros. Somos intrincados sistemas de energía, campos que trascienden nuestros cuerpos físicos, salen de nuestro alcance e influyen sobre otros sistemas de energía.

 

4) La lucha por el poder: Los seres humanos tienden a ser motivados por una profunda inseguridad, nos sentimos solos y buscamos la valoración de los otros. Tratamos de forzar sutilmente esta validación controlando los pensamientos de quienes nos rodean. Esta interacción negativa es común en los asuntos humanos, pero estamos aprendiendo a comprenderla en términos de dinámicas de energía. Cuando obligamos a alguien a someterse a nosotros, en realidad absorbemos energía del campo de energía de la otra persona para producir un impulso de energía en nosotros mismos. Pero no es necesario robar energía adicional de otros, hay una fuente divina de energía espiritual a nuestra disposición para lograr nuestra seguridad suprema.

 

5) El mensaje de los místicos: La inseguridad y la violencia terminan cuando experimentamos una conexión con la energía divina interior. Se siente una sensación de júbilo, de alegría y paz que es independiente de la situación particular de nuestra vida, pero que libera al alma de todo apego a los resultados, y también una sensación de amor, pero sin un objeto, como una comunión constante con Dios, estos son indicadores de esa conexión. Debemos hacer una elección consciente para estar abiertos a esa energía Divina.

 

6) Poner en claro el pasado: En cuanto encontramos nuestra experiencia propia de una fuente interior de energía divina, adquirimos aguda conciencia de las ocasiones en que perdemos esa conexión, apareciendo el estilo particular en que tratamos de controlar a los demás, a saber: el ¨pobre de mí¨, logra que el otro se sienta culpable de no hacer lo suficiente por él; el ¨distante¨, trata de seducir al otro manteniéndose desapegado, reservado y vago, obteniendo su energía de la atención, que su actitud despierta en esa persona; el ¨interrogador¨, controla a otros encontrándole faltas y haciendo que se sientan inhibidos y vigilados; por último ¨el intimidador¨ que obtiene su energía de los otros a través del miedo. Teniendo esto en claro, podemos ver primero, de qué manera la dinámica de nuestra familia primitiva fortaleció nuestro drama de control y de su análisis podemos ver el ímpetu con el cual nacimos, dos perspectivas distintas que quisimos integrar a nuestra vida inicial, sintetizando sus verdades en una forma más elevada, es un proceso espiritual mediante el cual cada generación desarrolla la realidad que hereda hasta llegar a otra forma más auténtica. Comprender y elevar esas verdades va a constituir nuestra misión en la vida y nuestra forma de elevar el mundo.

 

7) Fluir: Conocer mejor nuestra misión personal aumenta el flujo de coincidencias misteriosas, se plantean interrogantes, luego sueños, ensueños e intuiciones que nos guían a nuestro destino produciendo situaciones en las que vemos la sincronicidad como parte del cumplimiento de la misión. Así siguiendo las corazonadas comienzan a suceder hechos destinados a ocurrir y se nos muestra a donde ir a decir la verdad, quien necesita nuestro mensaje y que forma de comunicación usar. En los sueños hay que ver el argumento, los personajes y la acción y así contestar varias preguntas: ¿ qué dicen los personajes? ¿Qué emociones expresan? ¿Qué buscan? ¿De qué huyen? ¿Qué similitudes tienen con nuestra vida de la que no fuimos conscientes? Siempre hay que estar atentos a los mensajes.

 

8) La ética interpersonal: Estamos aprendiendo que con la fuerza de nuestra atención podemos elevar a aquellos cuyos caminos cruzamos, enviando realmente energía hacia ellos para que de pronto se sientan perceptivos, capaces de ver sus vidas e ideas con mayor claridad, y quizá darnos una verdad importante. Cuando cada integrante de un grupo eleva a quienquiera que hable, pueden alcanzarse niveles asombrosos de energía y revelación. Asimismo, al actuar bajo esta percepción, la crianza de los hijos, la enseñanza y el compromiso romántico adquieren un significado espiritual superior. Cuando toda la humanidad comience a actuar de manera espiritual consciente, la cultura humana se acelerará hasta alcanzar una forma completamente espiritual.

 

9) La cultura emergente: Evolucionando en la realización de nuestras misiones espirituales los medios tecnológicos de supervivencia serán totalmente automatizados y los humanos nos concentraremos en el crecimiento sincrónico que nos llevará a estados de energía cada vez más altos, transformando finalmente nuestros cuerpos en una forma espiritual y uniendo esta dimensión de existencia con dimensiones más etéricas terminando así el ciclo de nacimiento y muerte. Los expertos pronostican que en el siglo XXI la cultura mutará tan rápido que cambiaremos trabajos y quizás carreras enteras muchas veces a lo largo de la vida, y gracias a las computadoras y otros avances técnicos viviremos en una era de información y la era industrial quedará atrás. Dejaremos de concentrarnos en hacer los productos necesarios a nuestra civilización para saber rápidamente qué hacer, cuando hacerlo y cómo hacerlo más rápido y la estructura dominante de la economía pasará a ser el proceso espiritual de dar.

 

El tipo de futuro que lleguemos a crear los humanos depende de nuestra elección. Podemos aprovechar nuestra espiritualidad intrínseca y hallar un propósito descubriendo quiénes somos y adónde ir, o podemos encapsularnos en una visión de miedo.

 

Los científicos nos advierten todos los días que la sociedad humana no puede seguir su rumbo actual de ignorancia, que nuestra forma habitual de hacer las cosas en definitiva superpoblará el planeta, destruirá nuestros ecosistemas naturales, envenenará nuestros cuerpos y alterará de manera catastrófica nuestros esquemas climáticos. La ciencia pronostica un ciclo de terremotos generalizados y mayor actividad volcánica. Al mismo tiempo, la desorganización económica y los presupuestos estatales limitados parecerían indicar mayor violencia, más crimen y alienación.

 

Sin, embargo, por debajo de esta expectativa de lo peor, cada vez es mayor el número de personas que comprenden la alternativa espiritual. En cierto sentido, está produciéndose una marcada polarización de la opinión, y el planteo es claro: ¿Vamos a resignarnos a la hipótesis apocalíptica del futuro y replegarnos más para pensar sólo en nuestro interés personal a corto plazo, o vamos a defender y co-crear un futuro de amor y propósito espiritual? Mi sensación es que nos acercamos a la gran división y ya están todos los héroes en su lugar.

 

(Extractado de la 9a. Revelación de James Redfield)

Elaborado por Luis Ramos

lramos_42@latinmail.com

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Trabajo para una Utopía

... que carece de oídos sensatos a la realidad que vivimos...

... que conoce el error, pues aún el trabajo no está terminado...

... que rechaza las guerras, comprende, pero no aporta al suicidio...

... que no produce dinero, pero refuerza la luz interior...

... que a pesar de los obstáculos, las necesidades y los boicots, se mantiene en pie...

... que sabiendo que un grano de arena no construye una playa...

... que una gota de agua, no hace el mar...

... que uno solo no hace una revolución...

... pero me siento parte de la playa, el mar, la humanidad...

... por todo esto, trabajo para una Utopía...

 

... quién no desea y sueña en algo bueno?

... quién con los errores, no ha aprendido a ser algo mejor?

... quién no ha sentido impotencia ante la violencia y la destrucción?

... quién de los grandes maestros, no ha enseñado la humildad?

... quién no ha sentido el poder de la Fe?

... quién sabe de fracasos y triunfos, si no lo ha intentado?...

... quién no desea hacer algo por otros, y no se atreve?

... vení, sumate... trabajo para una Utopía...

... LA NUESTRA!!!

                                                                                                                         (Revista Fusión)

                                                                                                    

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La otra Tierra

Damos gracias a nuestro amigo-hermano José Suárez que nos hizo llegar un libro que se asemeja a nuestras ideas y que deseábamos compartir con Uds. El mismo se llama «La Otra Tierra» del Sr.Peter Russell y que dice extractadamente, lo siguiente:

«...La conclusión a la que llegué no puede considerarse muy profunda, pero para mí constituyó un hito importante en mi vida. Se me hizo patente que probablemente algún día sería testigo del final de una serie de tendencias que habían prevalecido a lo largo de miles de años.

¿Y de dónde provendrían estos cambios? En aquel entonces, varios escenarios «negativos» ocupaban mi atención: un holocausto nuclear, un desastre ecológico, hambre mundial, plagas, o alguna catástrofe impredecible. Todas estas cosas me parecían formas probables de frenar, de reducir, e incluso invertir la dirección del creciente aumento y consumo de la población humana.

Pero gradualmente, a través de los años, fue dibujándose un escenario mucho más optimista. El cambio dramático, mas que proceder de importantes desastres, consistiría en una maduración de nuestra especie.

Por entonces iba a la universidad, donde estudiaba física teórica. Aunque estaba fascinado por la ciencia, aún lo estaba más por mi propia mente y por la de los demás. La filosofía y la psicología occidentales ofrecían muy pocas ideas sobre el funcionamiento de la mente, y durante mucho tiempo había tenido la sensación de que en Oriente se encerraba una gran cantidad de sabiduría, particularmente en las enseñanzas de la meditación. Por lo cual, acabé de pasar un invierno al pie de las montañas del Himalaya, estudiando el Maharishi Yogi, y experimentando unas dimensiones de mi conciencia que jamás habría podido imaginarme. Como resultado de estas experiencias, supe con certeza que si todos fuéramos capaces de tener contacto con estos estados de conciencia, el mundo se transformaría. La Humanidad cambiaría su dirección de un modo constructivo, en lugar de ser cambiada de un modo destructivo. Después volví a Inglaterra y pasé los años siguientes dedicado en gran parte a enseñar meditación, animando a otras personas a descubrir por si mismas una forma distinta de ser».

La visión de un mundo transformado continuó evolucionando llegando a las conclusiones que a continuación y en forma resumida exponemos.

Si comparamos un superorganismo social con un organismo biológico como el cuerpo humano, los grupos sociales que lo componen pueden considerarse sus órganos, de la misma manera que lo son la glándula tiroides, el ojo y el hígado en el cuerpo humano. Los órganos son sistemas vivientes, pero sólo pueden existir como parte de un organismo mayor, dentro del cual tienen funciones específicas. La glándula tiroides, el ojo y el hígado no pueden sobrevivir por su cuenta, como tampoco la tripulación de un barco, una fábrica o una compañía multinacional. Un superorganismo social, en cambio, constituiría, como un organismo biológico, un conjunto independiente, completo en si mismo.

Los superorganismos sociales no son algo nuevo para la naturaleza. En el mundo animal hay varios ejemplos de organismos que se integran en unidades sociales. Muchos tipos de peces nadan en formación, comportándose en una sola unidad sin ningún líder. Miles de abejas viven y trabajan juntas en una sola colmena, regulando la temperatura y la humedad de su «cuerpo» colectivo.

Sin embargo, estos ejemplos, por fascinantes que sean, tan solo nos dejan entrever el superorganismo social integrado que la humanidad puede llegar a construir. Es muy poco probable que el super-organismo social humano se conforme a nivel físico; no es de esperar que los seres humanos se agrupen como un gran conglomerado en una serie de súper megalópolis. Por lo tanto podríamos formular una hipótesis de que la integración de la sociedad en un superorganismo se producirá mediante la evolución de la conciencia, más que a nivel físico o biológico. Esto implica que las mentes lleguen a conectarse, hecho por el cual la comunicación constituye un aspecto muy importante de la evolución en nuestros días. La humanidad está desarrollándose mentalmente en conjunto, por distantes que estemos físicamente unos de otros.

Los hombres viajan maravillándose de la altura de las montañas, de las grandes olas del mar, de los largos ríos, de la vasta extensión del océano, del movimiento circular de las estrellas y pasan junto a ellos mismos sin maravillarse. San Agustín (399 d.C.)

Durante miles de años la gente creía que el Sol giraba alrededor de la Tierra, en el siglo XVI, sin embargo Copérnico expuso la idea totalmente opuesta, de que la Tierra giraba alrededor del Sol. Pero dicha teoría no sería fácilmente aceptada: hizo falta un siglo de lucha para que se descartara la vieja «realidad» y se adoptara una «realidad» nueva.

Este cambio completo de la visión del mundo no provino del descubrimiento de nuevos datos fundamentales, sino de la distinta interpretación de los que ya existían.

                                                                                                                      Continuará....

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