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Revista
Nro. 28
Nuestra
vida es el resultado...Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su Jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida mas placentera con su esposa y disfrutar de su familia.
Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos
superarían esta etapa de alguna manera.
El Jefe sentía al ver que un buen empleado dejaba la compañía y le pidió si
pudiese construir una sola casa mas, como un favor personal. El carpintero
accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su
trabajo. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente.
Era una desafortunada manera de terminar su carrera.
Cuando el carpintero termino su trabajo y su Jefe fue a inspeccionar la casa, el
Jefe le extendió al carpintero, las llaves de la puerta principal y dijo:
»Esta es tu casa,» - dijo, «es mi regalo para ti.»
¡Que tragedia! ¡Que pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba
construyendo su propia casa, la hubiera hecho de una manera totalmente
diferente. Ahora tendría que vivir en la casa que construyo «no muy bien» que
digamos.
Así que esta en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída,
reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo
mejor. En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro
trabajo. Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos
que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido
antes, la habríamos hecho diferente.
Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada día clavamos un
clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construyan con sabiduría.
Tal vez sea la única vida que podrán construir. Inclusive si solo la viven por
un día mas, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.
Una placa en la pared dice; «La Vida Es Un Proyecto de Hágalo-Usted-Mismo».
¿Quién podría decirlo mas claramente? Su vida ahora, es el resultado de sus
actitudes y elecciones del pasado. ¡Su vida mañana será el resultado de sus
actitudes y elecciones hechas HOY! C.E.
«En las sociedades seguras, con alto grado de sinergia, se tiende a repartir la riqueza mediante el sistema sifón , que de las altas esferas llega a las capas más bajas de la sociedad . Tiende, en un sentido u otro, a pasar de los ricos a los pobres, y no de los pobres a los ricos.
Un ejemplo del mecanismo sifón lo encontramos en el «reparto de obsequios» durante la ceremonia de la danza del sol de los indios pies negros del norte, tal como lo ví. En esa ceremonia, todas las «tepees» (tiendas) de la sociedad se disponen en un gran círculo . Los ricos de la tribu( ricos son los que han trabajado mucho y acumulado muchas cosas) habían amontonado mantas, comida, paquetes con diversas cosas acumuladas durante el año
anterior.
En un momento de la ceremonia , un hombre se pavoneó en la forma tradicional de los indios de las llanuras, y alardeó, o sea, contó sus éxitos como granjero y ganadero. Luego ,con un gesto muy señorial , un gesto de gran orgullo pero sin ser humillante, regaló todas sus pertenencias a las viudas, los huérfanos, los ciegos y los enfermos. Al final de la danza del sol se había despojado de toda su riqueza y ya no poseía nada, salvo la ropa que llevaba. Había dado todo lo que tenía en esa forma sinérgica (no se puede decir egoísta o generosa porque la polaridad había sido trascendida evidentemente). Con ese acto había demostrado lo maravilloso, capaz, inteligente, fuerte, buen trabajador y generoso que era y, por
consiguiente, lo rico que era.
Recuerdo mi confusión cuando entré por primera vez en esa sociedad, intenté descubrir quién era el más rico, y me encontré con que el tal rico no tenía nada.
Cuando pregunté a la secretaria blanca de la reserva quién era el más rico, me dijo un hombre que nadie había mencionado. Los demás indios lo despreciaban porque «guardaba» todos los caballos que poseía.
El jefe cabeza Blanca era «rico» aunque no tuviera nada. Los hombres que eran generosos eran los más admirados, amados y respetados por la tribu. Eran los benefactores de la tribu, los que alegraban su corazón y,
por tanto, estaban orgullosos de ellos.
Si el jefe Cabeza Blanca hubiera descubierto una mina de oro, todos se hubiesen alegrado porque era generoso.
Nuestra cultura, la de los blancos, fomenta el egoísmo, la envidia, la competencia, la rivalidad, los celos, el resentimiento, el distanciamiento y la enemistad. Entre nosotros predomina el mecanismo tipo embudo: intereses usurarios, alquileres exorbitantes, mano de obra oprimida y explotada, beneficios excesivos, los impuestos relativamente más altos para los pobres que para los ricos».
Abraham Maslow.
Kung Fu: Mis ojos no miran, no hay luz, no hay nada, solo oscuridad.
Maestro: Ven, esto es lo que los ojos ven. Lo que el alma ve, no se puede negar.
Kung Fu: ¿No deja de ver el alma acaso cuándo cierra la muerte nuestro ojos?
Maestro: No, el alma siempre ve
Kung Fu: Pero muere el cuerpo
Maestro: ¿Acaso muere el sol?
Kung Fu: Durante la noche no brilla
Maestro: Brilla si, en otras partes, donde no puedes verlo...
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Maestro: Fortalece tu cuerpo saltamontes, así tendrás el poder de la fuerza. Los que se entregan a si mismos en-cuentran la fuerza interior.
Kung Fu: ¿Me protegerá eso más que mis brazos y mis piernas?
Maestro: Cuando el corazón no conoce el peligro, el peligro no existe. Y cuando el alma se convierte en guerrero, el temor desaparece como se derrite un copo de nieve que cae en tu mano.
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Kung Fu: Maestro Po, ¿cómo encuentra uno la fuerza dentro de si mismo?
Maestro: Siendo uno con todo lo que está fuera de uno mismo.
Kung Fu: A veces hay terribles luchas
Maestro: Cuando el fuego encuentra hielo, ¿que prevalece?
Kung Fu: El hielo
Maestro: ¿Es que acaso el hielo no se convierte en agua y también muere?
Kung Fu: Pero el fuego muere
Maestro: Prevalece lo que se niega a reconocer el poder del otro. Donde hay temor, ¿acaso no vive también el peligro?. Y dónde no hay temor ¿acaso no muere también el peligro?
Cuando el tigre y el hombre son dos, saltamontes, el hombre puede morir, pero cuando el tigre y el hombre son uno, no hay temor, no hay peligro, porque ninguna criatura con una sola naturaleza se atacará a si misma...
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Saltamontes, se tu mismo y nunca temas a la forma en que te vean los demás. Los hombres se enmascaran a si mismos tan a menudo, que lo que es simple es raramente comprendido
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Maestro: Ha llegado el momento de que veas el mundo que hay detrás de estos muros por ti mismo. Deberás llegar al templo de Mai Shi San al atardecer del segundo día y vas a entregar lo que he confiado a ti al Maestro Wal Di. Durante tu viaje no dirás nada a nadie de lo que llevas contigo.
Kung Fu: Hablaré solamente cuando me hablen Maestro, y lo haré brevemente.
Maestro: ¿Puedes leer el pergamino de Chuang Chou?
Kung Fu: No lo se honorable señor
Maestro: Prueba
Kung Fu: Hace tiempo, Chuang Chou soñó que era una mariposa. Estaba muy contento como mariposa, muy complacido con su suerte y sus ambiciones satisfechas. No sabía nada de Chou, el hombre, pero al rato despertó y se encontró siendo Chuang Chou nuevamente, y no supo decir si como Chuang Chou había soñado que era mariposa o como mariposa había soñado que era Chou.
Maestro: Ese pergamino tiene 400 años de antigüedad, es una copia del séptimo original, es invaluable. ¿No tienes miedo de viajar solo?
Kung Fu: Temo solamente el fracaso honorable señor
Maestro: Entonces ten cuidado de no fracasar
Kung Fu: Maestro, nos han enseñado que el don más importante de nuestra naturaleza es comprendernos uno al otro.
Maestro: Hablar y escuchar, enseñar lo que realmente sabemos a aquellos que no lo saben, para enviar pensamientos pacíficos hacia el cúmulo de palabras.
Kung Fu: Pero yo solamente voy a hablar cuando me hablen
Maestro: Es verdad, pero se cauteloso con lo que te permitas decir.
Kung Fu: Ya puedes irte saltamontes, y guarda por sobre todas las cosas, la pureza de tu visión...
elaborado por M.Marión
Hay quienes sostienen que trabajar no debería ser la principal actividad del hombre, tantas horas consumidas aplicando energía a tareas que, la mayoría de las veces, poco o nada tienen que ver con las verdaderas necesidades de la persona que las realiza.
Resulta obvio que gran cantidad de gente sólo trabaja para lograr un poco de dinero con el cual poder satisfacer sus necesidades y las de su familia. Y ciertamente esto es algo muy importante y coincide con lo que nuestra cultura nos enseñó respecto al comportamiento que debemos mantener en una sociedad organizada. Después de todo, si no trabajamos, de lo que sea, de que otra forma podríamos atender nuestra necesidad de alimentarnos o vestirnos, o alimentar y vestir a nuestros hijos, al menos hasta que puedan proveerse por sí mismos de aquellos bienes y servicios?
Siempre considerado como un tema económico, el trabajo del hombre nos enfrenta con un interrogante que es mucho más abarcativo que la cuestión material, me resisto a pensar que el único móvil por el cual ponemos en movimiento nuestra voluntad, sea solamente el de conseguir dinero, ubicando a éste dentro de nuestra escala de valores, en un lugar privilegiado. Y no quiero decir que está mal ganar dinero como contrapartida de nuestro trabajo, pero ubicarlo en la verdadera dimensión que le corresponde es algo urgente y vital para el crecimiento de la humanidad.
Hoy por diversos motivos, hemos endiosado al dinero, su poder de compra nos ha ocultado su verdadero valor, aquel que deriva de ser una herramienta que facilita la circulación de los bienes y servicios que necesitamos para vivir. Hoy por dinero nos sometemos, nos vendemos, traicionamos valores como la confianza y la amistad, engañamos, y hasta hay gente que mata por dinero. Imagino que todas estas cosas están muy lejos de aquel objetivo inicial con el cual fue creado, un simple medio que permitía intercambiar los bienes y servicios superando el sistema de trueque, al fijar una unidad de medida del valor cuya facilidad de uso es aceptada y reconocida hasta nuestros días.
En que momento comenzamos a distanciarnos de aquel objetivo tan sencillo, quizás no podamos precisarlo, quizás fue desde el mismo momento en que surgió como una consecuencia lógica de la imperfección de sus creadores, pero creo que estamos preparados para dar un salto en nuestras conciencias y reubicar a este poderoso instrumento en el lugar que debe ocupar, sirviendo, como siempre debió hacerlo, al desarrollo del hombre.
Antes, nos preguntábamos en que momento le cambiamos el sentido al dinero, y en realidad no se si ese momento es realmente importante, lo cierto es que si indagamos en cualquier error que haya cometido la humanidad veremos que su raíz se hunde en las aguas de la ignorancia, en la falta de conciencia con relación al hecho que se analiza. Así, tomando al dinero como ejemplo veremos que su acumulación brinda , desde algún lugar, seguridad, la cual a su vez se necesita para no sentir el miedo o temor a la carencia material.
En el último siglo como nunca antes, tuvimos la posibilidad de ver gracias a los adelantos de las comunicaciones, los efectos devastadores que produjeron las últimas guerras, los terremotos, las manipulaciones económicas de las grandes potencias y de empresas multinacionales que nos esclavizan pero esta vez con cadenas invisibles, todos estos factores son más que suficientes como para crearnos una cultura del miedo a la falta de recursos, después de todo, si tenemos dinero al menos podremos huir hacia otro lugar del planeta donde estén mejor. Por otro lado, se nos muestran las tentadoras ventajas de aquel que " puede" comprar o hacer lo que desee, en definitiva si tiene semejante poder, como no va a ser feliz.
Y es así que entre los miedos por un lado y las promesas de gran felicidad por otro, alguien ha logrado que enfoquemos nuestra atención en la herramienta por encima de la verdadera riqueza que representan los bienes, las ideas y los servicios que podemos generar.
Hablamos de la ignorancia como raíz del problema y es evidente que ella se presenta cada vez que nos dejamos manejar por los temores y la falta de confianza en un orden superior, nuestra mente ha procesado, tanta carga de datos e información, que en su afán de "proteger" al individuo, lo paraliza en lugar de lanzarlo a la creatividad que le permitiría salir del problema.
Sin embargo, nada está perdido, si observamos todo esto como parte de un proceso dinámico, veremos que transitamos los pasos necesarios para dar nacimiento permanentemente a cosas nuevas, una semilla no se transforma en árbol de la noche a la mañana, y dentro de su período de crecimiento, enfrentará sin duda muchas crisis que de acuerdo a su nivel de conciencia, estarán dadas por las agresiones que le pueda producir el medio ambiente u otras especies, sin embargo, algún día florecerá, irá desarrollando en cada experiencia nuevas fuerzas hasta convertirse en aquello que su orden interno le indicó que debía ser, aún en el caso en que no llegue a concretarlo su energía pasará a formar parte de la tierra misma que a su vez nutrirá nuevas vidas y así continuar en el eterno círculo vital.
Comprender hechos como este nos ayuda a captar el verdadero sentido de la existencia, ese orden subyacente en todas las cosas que se extiende más allá de las turbulencias de un momento, si bien es cierto que los tiempos se han acelerado y todo parece apurar los cambios, también es verdad que nada sucede fuera de su orden.
Creo en el trabajo del hombre como una extensión de ese orden universal que impera en todas las cosas, no tiene que ser una carga, o una obligación realizada a desgano para ganar dinero, es nuestra contribución consciente a la creación en la medida que sea el reflejo de lo que interiormente sentimos, de nuestro deseo más profundo. Las sombras no son nuestras enemigas, sino que están allí para agudizar nuestra atención e ir despertando a niveles más altos de conocimiento, que nos permitirán conectarnos con "nuestra tarea", esa que nos convierte en partícipes necesarios y activos de la evolución.
Develar esto nos ayuda a ubicar cada pieza de este rompecabezas en el lugar que debe ocupar, si estructuramos nuestra vida en función a un quehacer que no nos da felicidad interna, es tiempo de analizar otras alternativas más acordes con ese objetivo, y si hay miedos, que éstos sirvan para comprometernos más aún con nuestra verdadera responsabilidad antes que paralizarnos y seguir en el mismo camino, porque después de todo, "así estoy bien".
Cuando converso de estos temas con alguien por lo general se logra ver lo que indicamos anteriormente, pero la onda se corta cuando las responsabilidades materiales concretas de la vida diaria, nos imponen la pregunta limitante: ...todo eso esta muy bien...pero de que vivo? Y aquí aparece el límite, el final del camino, aquí se cortan las alas de la creatividad y nuevamente el dinero nos aferra a la realidad concreta de tener que hacer cada día lo que podemos para subsistir. Para contrarrestar esto recordemos que estos procesos de cambio no tienen un tiempo, pero mantener a la mente activada y consciente de ello, nos permitirá desde ese momento estar trabajando para ese orden superior que mencionamos.
Algún día, el dinero habrá dejado de ser un elemento importante en la vida de los seres humanos, no será necesario, y nuestros sistemas se basarán en un verdadero sentido comunitario donde la solidaridad será la única moneda y el amor el único lenguaje, cuando me dicen que esto es una utopía, me siento contento, porque recuerdo que cuando Julio Verne escribió su Viaje a Luna, muchos habrán expresado lo mismo, pero el camino para llegar a ello ya se había empezado a recorrer.
Luis Ramos
Todos los seres humanos aspiran llegar a la felicidad, pero siempre sitúan esta felicidad más allá de lo que tienen en ese momento, la ven como si fuera algo que tuviera que alcanzarse, como si fuera algo por lo que tuvieran que luchar, como si fuera algo que llegara justo en el momento en que ellos consiguen hacer determinadas cosas, pero esta forma de ver a la felicidad, en realidad los aleja de ella. Pensar que la felicidad se encuentra en algún futuro indeterminado, implica que ese futuro nunca se va a hacer presente, pues siempre estará más allá de lo que el propio individuo ha conseguido; sin embargo, la felicidad se encuentra presente en todo momento alrededor de las personas.
¿Dónde está la felicidad?.
La felicidad no es un estado futuro, es una posibilidad en el presente, es algo que se tiene, que simplemente no se ha observado, no se ha sabido experimentar, no se ha aprendido a verla. La felicidad es una palabra que las personas no han aprendido todavía en su correcto significado, generalmente se piensa que la felicidad va asociada a una casa, a un automóvil, a la salud, al cariño, al estado del tiempo, al bienestar económico, a muchas cosas, y por sí sola la felicidad no se le comprende, ésta es otra de las grandes mentiras, la felicidad es independiente de cualquier objeto, de cualquier cosa, incluso espiritual; la felicidad es un estado de conciencia, es un momento en la vida del individuo, es una forma distinta de sentirse, de verse a sí mismo, y de ver a todo lo que lo rodea.
La felicidad es un estado de conciencia.
La felicidad no llega necesariamente con las cosas materiales, tampoco llega necesariamente con las cosas espirituales, se es feliz o no se es feliz, y todo únicamente por un estado de conciencia; así pues, no esperemos encontrar la felicidad en algún momento de nuestras vidas futuras, ni tampoco esperemos encontrarla en el momento en que logremos conseguir tal o cual cosa, la felicidad está ya en este momento, ha estado siempre con nosotros y estará siempre dentro de nuestras posibilidades; ¿qué es lo que nos separa de ella?, ¿qué es lo que nos impide ver exactamente que la felicidad la tenemos alrededor nuestro?.
La felicidad está siempre en el presente, siempre en el presente, y la felicidad está siempre en nosotros mismos y nunca en cosas ajenas a nosotros; ser feliz significa aprender a mirar en el presente y evitar cualquier tipo de deseo de cambio, en esos momentos somos felices, en esos momentos disfrutamos de la vida, en ese momento nos sentimos plenos y en total armonía con el universo; sin embargo, la dinámica que rige todas las actividades del cosmos nos impulsa a movernos de un estado a otro, es el motor de nuestras vidas, es ese algo inexplicable que nos impulsa y nos empuja a buscar nuevos horizontes de realización personal.
El impulso de la evolución y el impulso de la felicidad.
Mensaje de Kwan Yin-Comunicación Cósmica-México
