La próxima temporada, cuando veas los gansos emigrar dirigiéndose hacia un lugar mas cálido para pasar el invierno, fíjate, que vuelan en forma de V.

Tal vez, te interese saber el por qué lo hacen en esa forma. Lo hacen porque, al batir sus alas, cada pájaro produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V, la bandada de gansos, aumenta por lo menos un 71% más su poder de vuelo, en comparación con un pájaro que vuela solo.

Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a cumplir sus objetivos más fácil y rápidamente porque, apoyándonos mutuamente, los logros son mejores.

Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va adelante.

Si nos unimos y nos mantenemos junto a aquellos que van en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor. Será más sencillo y más placentero alcanzar las metas.

Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar.

Los hombres obtenemos mejores resultados si nos apoyamos en los momentos duros, si nos respetamos mutuamente en todo momento, compartiendo los problemas y los trabajos más difíciles.

Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad.

Una palabra de aliento a tiempo ayuda, da fuerza, motiva, produce el mejor de los beneficios.

Finalmente cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para apoyarlo y protegerlo.

Si nos mantenemos uno al lado del otro, apoyándonos y acompañándonos; si hacemos realidad el espíritu de equipo; si pese a las diferencias podemos conformar un grupo humano para afrontar todo tipo de situaciones; si entendemos el VERDADERO VALOR DE LA AMISTAD; si somos conscientes del sentimiento de compartir, la vida será más simple y el vuelo de los años más placentero.(C.E.)

Los Q’ero habían vivido en sus aldeas a lo alto de los Andes, prácticamente aislados del mundo, hasta su "descubrimiento" en 1949. Ese mismo año un antropólogo, Oscar Nuñez del Prado, se encontraba en un festival en Paucartambo, un valle en las laderas este de los Andes, al sur de Perú, cuando conoció a dos indios que hablaban un fluido quechua, la lengua de los incas. La primera expedición occidental a las aldeas Q’ero tuvo lugar en 1955.

Según una antigua profecía, este es el momento del gran encuentro llamado mastay, y la reintegración de los pueblos de los cuatro puntos cardinales. Los Q’ero están ofreciendo sus enseñanzas a Occidente, como preparación para el día en que el Águila del Norte y el Cóndor del Sur (las Américas) vuelen juntos otra vez.

Ellos creen que munay, amor y compasión, será la fuerza guiadora de esta gran unión de los pueblos.

"Los nuevos guardianes de la tierra vendrán de occidente, y aquellos que han causado un mayor impacto en la Madre Tierra tienen ahora la responsabilidad moral de rehacer su relación con Ella, después de rehacerse a sí mismos", dijo Don Antonio Morales, un maestro chamán Q’ero. La profecía sostiene que Norteamérica proporcionará la fortaleza física, o cuerpo; Europa proporcionará el aspecto mental, o cabeza; y el corazón lo proporcionará Sudamérica.

Cuando los españoles conquistaron a los incas hace 500 años, el último pachacuti, o gran cambio, tuvo lugar. Los Q’ero han esperado desde entonces a que ocurriera el siguiente pachacuti, cuando las cosas que quedaron al revés volvieran a su sitio y emergiera el orden del caos. Durante los últimos cinco siglos conservaron su conocimiento sagrado, y al final, en estos últimos años, se cumplieron las señales de que el gran momento del cambio estaba cerca: las lagunas de las altas montañas se han secado, el cóndor casi está extinguido y se ha descubierto el Templo Dorado, siguiendo al terremoto de 1949 que representó la ira del sol.

Las profecías son optimistas. Estas se refieren al final de los tiempos tal como nosotros lo entendemos - la muerte de una forma de pensar y de ser, el fin de una forma de relacionarse con la naturaleza y la tierra. En los próximos años, los incas esperan que emerjamos en una era dorada, un milenio dorado de paz. Las profecías también aluden a unos cambios tumultuosos en la tierra, y en nuestra psique, volviendo a definir nuestras relaciones y espiritualidad.

El próximo pachacuti, o gran cambio, ya ha empezado, y promete el emerger de un nuevo ser humano después de este período de confusión. El caos y turbación característicos de este período durarán cuatro años más, según los Q’ero. El paradigma de la civilización europea continuará desplomándose y los procederes de los pueblos de la Tierra volverán. Más importante aún, los jefes chamanes hablan de un desgarro en el mismísimo tejido del tiempo. Esto nos ofrece una oportunidad para describirnos no como lo que hemos sido en el pasado, tanto personal como colectivamente, sino como lo que estamos deviniendo.

Pachacuti también se refiere a un gran jefe inca que vivió a finales del siglo XIV. Se dice que él construyó Machu Pichu, y que fue el arquitecto de un imperio de igual tamaño que los Estados Unidos. Para los incas, Pachacuti es un prototipo espiritual, un Maestro, un luminoso fuera del tiempo. Él era un Mesías, pero no en el sentido cristiano de ser el único hijo de Dios, fuera del alcance de la humanidad. Más bien se considera como un símbolo y promesa de lo que podemos llegar a convertirnos. El personifica la esencia de las profecías del pachacuti, ya que Pacha significa ‘tierra’, o ‘ tiempo’, y cuti significa "poner las cosas en su sitio". Su nombre también significa "transformador de la tierra".

Los Q’ero han servido como guardianes de los ritos y profecías de sus antepasados incas. Las profecías no sirven de nada a menos que uno disponga de las claves, los ritos del tránsito. Los Ritos de la Estrella, o Mosoq Karpay (Los Ritos del Tiempo que ha de Venir), son cruciales para el crecimiento práctico descrito en las profecías.

Siguiendo los despachos (ofrendas rituales de mesa, o manojos de plantas medicinales) en la reciente ceremonia de Nueva York, y después de una limpieza medicinal por las esposas de los chamanes, los chamanes administraron el Mosoq Karpay al público presente, transmitiendo las energías que se originan con los antepasados de su linaje.

La transmisión del Mosoq Karpay es la ceremonia que representa el fin de la relación que se tiene con el tiempo. Es un proceso del corazón. Este proceso de Devenir se considera más importante que las profecías mismas.

Los Karpays conectan a la persona con un antiguo linaje de conocimiento y poder al que no puede acceder el individuo - sólo puede ser convocado por una tribu. En último lugar, este poder puede proporcionar el impulso para que uno haga un salto al cuerpo de un Inca, un Luminoso. (En este sentido, el Inca al cual se hace referencia es el hombre auto-realizado). Esa persona está directamente relacionada con las estrellas, el Sol Inca de la cosmología.

Recobrar nuestra naturaleza luminosa. Según el Dr. Villoldo, los incas creen que debemos morir ante los viejos modelos de espiritualidad y pasar por los ritos de auto-renovación, convirtiéndonos en comadronas de una nueva forma de pensar.

Los chamanes andinos no tienen un Buda o un Cristo a quien seguir. Más bien dicen: "Sigue tus propias huellas. Aprende de los ríos, árboles y rocas. Honra al Cristo, el Buda, a tus hermanos y hermanas. Honra a la Madre Tierra y al Gran Espíritu. Hónrate a ti mismo y a toda la creación."

"Mira con los ojos de tu alma y comprométete a lo esencial" son las enseñanzas de los Q’ero.(C.E.)

Hoy, ante la evidencia de la creciente planetización, advertimos que cada empresa y cada individuo es mucho más interdependiente de lo que creíamos. Ya no podemos presuponer que el planeta es un papel en blanco listo para que dibujemos en él, sino que es como un sistema cerrado, en el que los efectos de nuestras acciones siempre retornan a nosotros.

Como respuesta a las crisis que vemos surgir a nuestro alrededor, así como a los sucesos emergentes de la edad planetaria, una nueva escala de valores ha comenzado a buscar expresión práctica, a nivel local y global. Estos nuevos valores surgen a partir de la presión hacia una mayor integridad en el mundo entero. La evolución no se ha quedado quieta, sino que se ha puesto a buscar nuevas maneras de alcanzar sus objetivos.

Los siete valores centrales de una economía del arco-iris se expresan en los siguientes colores: *Púrpura-en lo espiritual; *Azul-en lo planetario; *Celeste-en lo económico; *Verde-en lo ecológico; *Amarillo-en el crecimiento y la creatividad personal; *Naranja-en lo comunitario y vecinal; *Rojo-en lo social.

1.- La Base Espiritual: la palabra espiritual no significa necesariamente "religioso", aunque puede atribuírsele ese concepto. En realidad, refleja la creciente sensación de que somos parte de un todo más grande que nosotros mismos, un todo que es objeto-y origen- de nuestra humildad y admiración. Para algunos, ese todo es la misma Tierra, flotando milagrosamente en la vastedad del espacio, junto a la Naturaleza y a la complejidad de la Creación. Para otros, ese todo es invisible: Dios, el silencioso tao, el Buda respirando dentro de nosotros mismos y de todas las cosas.

Uno de los modos en que el púrpura de los valores espirituales se expresa dentro del mundo de la economía es a través del énfasis de la honestidad y la integración en el trabajo, la vida y la organización de una empresa. Para el budismo, cuando robamos nos estamos robando y dañando nosotros mismos. Otro de los modos en que lo espiritual tiene expresión en lo económico es dejando de culpar a los demás por circunstancias externas o por nuestras propias dificultades, o por cosas que funcionan mal, nosotros mismos creamos y co-creamos la realidad y, lo sepamos o no, nuestras actitudes producen los resultados que deseamos.

2.- Azul Planetario: expresa la belleza de la tierra como organismo, y sugiere que reflejemos esa belleza en la manera en que vivimos y trabajamos. Cuando adoptamos los valores planetarios, ya no tiene ningún sentido desarrollar un negocio que dé trabajo a ciertas personas si eso implica que otras personas serán explotadas o perjudicadas. Ello significa que podemos ayudar a cambiar el mundo mediante nuestro estilo de comercio, trabajo e intercambio.

3.- Celeste Económico: representa los valores económicos de la eficiencia y la rentabilidad. Cuando estos valores son un fin en sí mismos pueden llegar a ser destructivos, colaborando en la creación de los peores problemas que enfrenta el mundo entero. Sin embargo, cuando se los ubica en un lugar correcto junto a los otros valores, juegan un rol esencial y estimulante para el desarrollo global. Si un negocio no tiene éxito significa que es un fracaso, y esto no es de utilidad para nadie. La ganancia no es intrínsecamente mala, sino que es una medida de viabilidad y éxito financiero. El problema empieza cuando la búsqueda de ganancias pasa por encima de los otros valores. No hay nada malo en ganar dinero, lo bueno o malo está en el modo en que se lo gana y utiliza. Si sólo nos preocupamos por la ganancia y el crecimiento económico, cada vez que nuestra empresa gane, el medio ambiente global sufrirá una pérdida. Los objetivos de las empresas deberán ubicarse dentro del contexto de la tabla de valores completa de la economía del arco iris, para lograr un crecimiento que sea ecológicamente adecuado y que permita el desarrollo de otras dimensiones junto con el crecimiento puramente económico.

4.- Verde Ecológico: la edad industrial ha creado una modalidad de crecimiento que no se mantiene por sí misma. En otras palabras, no podemos continuar de esta manera: nadie tiene la intención de destruir o deteriorar nuestra existencia sobre la Tierra, pero todos los modos en que funcionamos económicamente apuntan en esa dirección. La realidad de la interdependencia exige que adoptemos una visión más amplia. Algunas empresas, a medida que crece la presión por mejores políticas ambientales en todo el mundo, han comenzado a valorar la adopción de abordajes de crecimiento sostenido en sus negocios.

Lo mismo ocurre con municipios y otras formas de gobierno local en Europa y América del Norte. En Canadá, por ejemplo, cada provincia está diseñando una estrategia de desarrollo económico sostenido ecológicamente como parte del diseño nacional de crecimiento futuro. Sólo al introducir valores ecológicos en el corazón de todas nuestras actividades, a nivel personal y empresarial, local y global, podremos poner los cimientos de un mundo en el que disfrutemos de los frutos de una asociación co-creativa con la naturaleza.

5.- Amarillo personalizado: cada vez más personas exigen que sus trabajos sean satisfactorios y no una pérdida de tiempo. Muchas empresas han advertido que para atraer a los empleados más creativos deben ofrecer mejores oportunidades de crecimiento personal. Hasta ahora hemos sido como adolescentes planetarios, apenas, conscientes de nuestras capacidades, pero cada vez sabemos más acerca de nuestros potenciales. El desarrollo de medidas dirigidas deliberadamente a estimular nuestra creatividad y potencial para el crecimiento, precisa de cambios fundamentales en la educación, la orientación vocacional, la administración de empresas, la justicia laboral, el bienestar social. Un nuevo mundo de oportunidades nos espera.

6.- Naranja comunitario: ante el incremento del desempleo, la recesión industrial, las quiebras de empresas y la debilidad subyacente en muchas políticas económicas, nuevas empresas comunitarias, iniciativas, sociedades y agencias de desarrollo local comenzaron a formarse desde principios de los ’80 en Europa Occidental y América del Norte. Dentro de los valores de la sociedad industrial, hemos tratado a lo comunitario del mismo modo que al mundo natural -sin mucho cuidado y presuponiendo que que siempre estará allí a nuestro servicio. A medida que advierten el costo monumental de esta ceguera, algunas personas han propuesto formas de reconstruir las comunidades locales y el espíritu comunitario. Un renacimiento gradual comienza a ocurrir a partir del uso de arquitecturas comunitarias, de asociaciones de desarrollo vecinal y de la creación de nuevas monedas comunitarias.

7. Rojo social: en la parte superior del arco iris, el rojo representa los valores que le dan impulso a lo social: nuestra sed de justicia, compasión e igualdad entre todas las personas. Si estuviera por sí solo, el color rojo se tornaría opresivo –así como el azul solo se vuelve egoísta. Pero al estar en armonía y compañerismo con los otros valores, el rojo expresa una necesidad esencial de cuidar a la sociedad como un todo, incluyendo a sus miembros más pobres y débiles, y asegurar que cada individuo tenga igual oportunidad de participar, independientemente de su origen, edad, raza o sexo. En el contexto de la economía emergente, los valores sociales se expresan a través del desarrollo de cooperativas con participación laboral, empresas comunitarias dirigidas por vecinos, cooperativas de créditos y bancos sin fines de lucro, y nuevos abordajes ante la educación, la pobreza, el bienestar social y las necesidades comunitarias.

Cada color tiene algo para ofrecer; sin embargo, cuando está allí por sí mismo, cada color crea distorsiones y desequilibrios en nuestro estilo de vida. A través de su integración e interacción armónica podremos construir una economía que refleje nuestra existencia planetaria e interdependiente, y de ese modo satisfacer nuestras necesidades más profundas.

Las personas que se sienten atraídas hacia esos nuevos valores trabajan en niveles diferentes, en el campo de la salud, la ciencia, la ecología, las relaciones interpersonales, la exploración interior, el desarrollo comunitario y mucho más. Al encontrar formas sólidas en que expresar nuevos valores, estas personas y organizaciones contribuyen a la creación de una nueva economía en pequeños sitios distribuidos por todo el planeta.

La Tierra ya no es una torta de la que podamos sacar tajadas como en una fiesta de cumpleaños. Hoy nuestra tarea es interconectarnos, y curar las heridas abiertas entre Este y Oeste, Norte y Sur, humanidad y naturaleza, hombres y mujeres. Crear una economía estable, en la que todas nuestras necesidades sean satisfechas, es algo así como ponerse a limpiar la casa. Al hacerlo echamos los cimientos del futuro. Todo un paraíso nos espera.

                                                                                                 Guy Dauncey

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  Fragmentos de una Enseñanza Desconocida

Las masas no se preocupan del conocimiento, no lo quieren, y sus jefes políticos, en su propio interés, no trabajan sino para reforzar la aversión y el temor que ellas tienen a todo lo que es nuevo y desconocido. El estado de esclavitud de la humanidad está basado en este temor. Es hasta difícil imaginar todo el horror de esto. Pero la gente no comprende el valor de lo que pierde de esta manera. Y para captar la causa de tal estado, basta con observar como vive la gente, lo que constituye sus razones para vivir, el objetivo de sus pasiones o de sus aspiraciones, en qué piensan, de qué hablan, a qué sirven y qué adoran.

Vean a dónde va el dinero de la sociedad culta de nuestra época; dejando de lado la guerra, consideren aquello por lo que se paga los más altos precios, adónde van las muchedumbres más densas. Si se reflexiona un instante acerca de este despilfarro, entonces se hace claro que la humanidad, tal cual es ahora, con los intereses de los cuales vive, no puede esperar otra cosa que lo que tiene.

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