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Revista Nro. 04
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Redes de
MeditaciónMuchos ya saben lo que es meditar: suspender la actividad normal de la mente, esa sucesión caótica de impresiones, proyectos y juicios que desfila incesantemente en nuestro cerebro, para entrar en un estado de conciencia indiscriminado que permite integrar la existencia individual en su contexto universal. Decenas de libros y escuelas ofrecen métodos sencillos para dar los primeros pasos, y está dejando de ser una ocupación individual para convertirse en colectiva.
Las redes mundiales de meditación están creando un nuevo movimiento místico mundial que precede a esa Religión de Religiones que se intuye, a esa fusión religiosa que muchos ven ya llegar.
Esta llamada nueva espiritualidad comenzó a mostrarse con fuerza en los años sesenta, en el llamado movimiento hippie. Este neo-chamanismo, según Joan B. Towsend (antropóloga), ejerce una gran influencia sobre el colectivo, que no se ajusta a la ideología materialista y científica dominante, y que mantiene y refuerza sus creencias a través de una red de contactos de grupos raramente dotados de estructura social y continuidad. Son redes superpuestas de buscadores que no acostumbran a afiliarse a ninguna religión organizada, pero que a nivel personal cultivan su afán intenso por la espiritualidad.
Estos supuestos constituyen una nueva visión del mundo, un nuevo paradigma de la realidad en el que todo cuanto existe es fundamental, todo con un enfoque profundamente ecológico. Es preciso un despertar espiritual; esta es la consigna tácita de tal movimiento místico. Creer que es posible cambiar el rumbo de la historia por medio del trabajo místico, conforme se vaya extendiendo por el planeta. Este nuevo paradigma de la realidad, aunque fundamentalmente individual, es compartido por una cantidad creciente de la población
mundial.
Se trata de una religión no dualista y tolerante que ve verdades en todas las religiones y se nutre de muchas fuentes. Es improbable que esta religión espiritual y mística dé lugar a ninguna iglesia formal organizada. El individualismo es esencial en ella: cada individuo es su propio sacerdote.
Los chamanes no meditan en el sentido tradicional del término, pero son el sustrato sobre el que fueron incorporándose técnicas meditativas milenarias. Gary Doore, editor del libro el viaje del chamán, escribe: "El chamán tribal que entra en trance al potente son de los tambores puede parecer que está haciendo algo muy distinto al monje zen que medita en silencio, o al yogui repitiendo un mantra. Sin embargo, todos ellos comparten el mismo interés por cierto proceso psicológico conocido como "embarque", estado de la conciencia en que se puede acceder a la realidad no ordinaria con el propósito de ayudar a los demás y a uno mismo de diversos modos".
Las nuevas tradiciones místicas se alejaron de sus raíces chamánicas. Los videntes hablan de trance, los místicos cristianos de éxtasis, los sufíes de fana, los alquimistas y otros ocultis-tas occidentales de viaje astral. Hay una coincidencia esencial de contenido fenoménico en los estados de conciencia que estos términos describen. Y el arte o técnica de la meditación está presente en todos ellos.
OPERACIÓN PLANETARIA
Por todo el mundo, cada vez con más frecuencia, surgen iniciativas de meditación colectiva conjunta. Pero esta vez la dimensión es planetaria, multi-étnica, multicultural e impulsada por una espiritualidad que rebalsa el estrecho marco de las religiones establecidas.
Nos dirigimos hacia una iluminación global, un fogonazo, una erupción; y la mecha ya se ha encendido: son las cadenas etéreas de meditación grupal. Pero aún entre la gente que medita asiduamente una buena parte no participa en esta red transnacional y transcultural, todavía prefieren refugiarse en pequeños grupos o individualmente, pero sabiéndose unidos al resto.
Otros que se reúnen en actos de adoración, ya sea en un templo, iglesia o cualquier otro lugar, han sido siempre transmisiones de energía desde la Jerarquía, tanto si los celebrantes son conscientes de ello como si
no lo son.Revista Mas Allá
El observar los pensamientos puede resultar divertido o penoso, lo primero que salta a la vista es que un pensamiento sucede a otro. Durante la observación hay que abandonar el juicio crítico hacia uno mismo o la tendencia a modificar lo que uno ve, pero si éstos se presentan hay que tomarlos como una característica más a observar. Lo ideal sería poder contemplar los procesos que surgen sin enjuiciar ni intervenir. Tanto al observar los pensamientos como las emociones notamos que se suceden unos a otros sin ningún orden ni coherencia. La persona que estaba tan orgullosa de su intelecto descubre con asombro que no puede parar la sucesión de pensamientos y que son inconexos entre sí; es decir que casi la totalidad de sus procesos intelectuales son totalmente inútiles y hasta pueden llegar a ser un inconveniente cuando se trata de pensamientos negativos. Descubre que solamente cuando se enfrenta a la resolución de problemas concretos o abstractos su pensamiento es coherente y por lo tanto útil. El resto del tiempo en una especie de aluvión que no sirve para nada. Evidentemente esto sólo, produce un gran impacto y trae aparejados cambios, la soberbia del ser humano va disminuyendo. Sólo se trata se seguir ágilmente la sucesión de pensamientos. Poco a poco se van produciendo transformaciones nunca soñadas por la persona.
Tener la valentía de verse como se es en realidad, durante muchos momentos, lleva a la aceptación de uno mismo y a una gran comprensión. Aceptarse no significa ser conformista ni resignado, sino simplemente enfrentarse a lo que uno es, aunque lo que uno es muchas veces no sea agradable y a veces sea repugnante.
La comprensión que surge hacia uno mismo va permitiendo que la persona pueda empezar a comprender a los demás ya que todos los seres humanos forman una trama energética que los tiene en conexión permanente. El percibir los propios mecanismos permite una apertura muy grande que puede estar acompañada de gran compasión hacia uno mismo y hacia los otros. Poco a poco todo esto va haciendo surgir la sensación de que todos los seres vivos formamos una unidad. Esto puede llevar a que la actitud depredadora del hombre pueda evolucionar a una actitud de cuidado hacia él mismo y hacia los semejantes y también hacia el planeta que habita.
Lic. Gloria Borrás
Lo que va a vivir nuestro siglo es más importante que la aparición del Budismo! No se trata ya, de ahora en adelante, de destinar las facultades humanas a tal o cual divinidad. En nosotros sufre una crisis definitiva el vigor religioso de la tierra: la crisis de su propio descubrimiento.
Empezamos a comprender, y para siempre, que la única religión aceptable para el hombre es la que enseñará ante todo, a conocer, amar y servir apasionadamente al Universo del cual es el elemento más importante.
Teilhard de Chardin
Hagamos un alto en este análisis y pensemos que es lo que determina en una persona, que pueda experimentar un estado de paz y armonía con todo lo externo.
En ciertos momentos de la vida, los seres humanos parecieran entrar en un estado de profunda armonía y de comunión con el universo, y esto es independientemente de los compromisos contraídos del pasado que hayan vivido, de los conflictos que en esos momentos estén sufriendo. Hay ciertos estados de armonía y éxtasis espiritual que el ser humano tiene por instantes, pero que sin poderlos controlar, se le escapan, y únicamente dejan un agradable sabor en sus recuerdos, es como si la mente de pronto decidiera tomarse un descanso, olvidarse de todo lo que esta viviendo, vivir el presente, ignorando las cadenas que lo atan a un pasado y negando las incertidumbres del futuro, se vive el presente, y en esos momentos se alcanza aunque sea por un instante, la paz.
¿Qué ocurre en esos instantes, que es lo que determina que el hombre, sin ninguna razón aparente, alcance un estado de paz y de armonía por unos breves momentos?
Si somos lo suficientemente observadores, notaremos que las continuas tensiones sufridas por el individuo, en cierta forma, agota la capacidad de lucha de una persona, llega un momento que se aceptan todos los conflictos, llega un momento en que el ser humano dice: basta, abre sus ojos, observa al mundo que le rodea, ve al sol, respira el aire, oye el canto de los pájaros, el ruido tal vez de los automóviles afuera, pero hace una comunión con la naturaleza,
sus problemas, con todos los hechos que viven en su presente no en el pasado.
Entender que todo lo que acontece en el presente no constituye un problema, entender que los problemas no son otra cosa que la interpretación de hechos pasados, entender que la mente queda atrapada en la maraña de pensamientos que no son otra cosa que las interpretaciones, deducciones, y de la manera personal de ver las cosas, es una de las claves que deben asimilarse para entender las relaciones humanas.
El hombre no ve a las personas que lo rodean, ve a los recuerdos que tiene asociados con ellas; el hombre no ve la cara sonriente que le ofrece un amigo, ve todo el historial de relaciones y experiencias pasadas con el; el hombre ve a la vida asomándose al pasado, sin percibir el presente, y en ese proceso pierde la oportunidad de ser feliz, de experimentar el ahora y de lanzarse a ese viaje permanente, sin tiempo, que lo llevaría a la felicidad.
Maestro Hilarión
Comunicación Cósmica
-MéxicoTu planeta ha llegado a un punto de su desarrollo en el que necesita de tí como socio. Ahora Es necesario que los seres humanos reconozcan su unidad con la naturaleza. Tu planeta ya no puede sobrevivir al abuso que está recibiendo de los seres humanos. Este abuso brota de la ignorancia de la unidad entre la Tierra y todos los seres que viven en su superficie. Ya no es posible para los humanos separarse de su unidad con su ambiente. Hacerlo ya no resulta viable. Por eso te hemos estado indicando que tu Tierra es un Ser, tanto como lo eres tú. Es imposible transformar tu plano de conciencia sin interactuar con ella. Ella te necesita tanto como tú necesitas de ella. Esto está claro.
Una vez que reconozcas tu íntima relación con el Ser que es tu planeta, puedes comenzar a ver maneras de ayudarla. Una vez más, te recordamos que ella te apoya inmensamente y que te ha estado apoyando durante todas tus vidas. Probablemente no ha habido otro Ser que tú dieras tan por sentado. Los humanos ya no podéis ayudarla o continuar abusando de ella. Si el abuso continúa, ella ya no podrá sustentar la vida humana. No puede sustentar a todas las formas de vida que en otros tiempos alimentó debido a la destrucción de sus ecosistemas. Cada ecosistema mantiene una delicada conexión on otros muchos sistemas que sustentan a diversas formas de vida animal y vegetal. El hombre también debe mirar más allá de sus necesidades individuales y estar dispuesto a apoyar el misterio de toda vida, ya parezca servirle directamente o no. (CE).
Buscando una conexión Eco-empresarial
Conservamos la esperanza de que los mensajes que nos dá la naturaleza generen en el hombre decisiones que deriven en un actuar más humano, integrador y respetuoso del medio en que vivimos. Las empresas, como fuerzas organizdoras de la Sociedad, deberán adapltarse a la nueva realidad política, económica, social cultural, etc. Y sus directivos deben estar sintonizados con esa onda.
Se busca cambiar los paradigmas cuantitativos por otros cualitativos (mejor calidad de vida). Ello sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones y de atender sus propias necesidades. Hay que aprovechar los recursos interiores, organizarse a nivel del pensamiento y el sentimiento, y así poder sobrevivir ante los cambios y ayudar a otros en ese tránsito.
En un tiempo el Hombre fue guardián de la naturaleza, no su usurpador, pero es que los adelantos técnicos y científicos nos alejaron de nosotros mismos, descuidamos nuestra calidad de pensamientos, conceptos y valores. Se perdió la conexión que hay entre el pensamiento de cada ser humano y la condición actual del mundo.
Hay que desarrollar el potencial de la mente con la creación de pensamientos claros, poderosos y sentimientos positivos. Para ello la meditación posibilita un uso elevado de los pensamientos, estabilizando la conciencia de acuerdo con cada situación, trayéndole al hombre, paz, felicidad, y la alegría de vivir alejando el estado mental de ira, conflicto y tensión. Nos permite transformarnos positivamente y así motivar a otros en ese sentido, y con el tiempo, transformar el mundo, esclareciendo el papel del hombre en medio de las crisis de cambio.
Luis Ramos