Revista Nro. 03

Índice:

El sentido del trabajo

Autoconocimiento

La cura por el agua

Buscando tu lugar


El sentido del trabajo

Cuando transformamos nuestra vida y en lugar de vivir desde nuestro "yo" infenor, vivimos desde nuestro centro, desde nuestro "yo" verdadero, muchas cosas adquieren otro color y otro sentido, en el vivir de cada día. Una de ellas es el sentido del trabajo diario.

 

Se nos ha dicho muchas cosas para justificar la obligación o necesidad de trabajar.

Se nos ha dicho que el trabajo es un castigo por el pecado original, que debemos trabajar porque el trabajo ennoblece al hombre, que debemos trabajar para ser útiles a la sociedad..., etc.

 

Pero lo cierto es que cuando uno va descubriendo su propio Ser, su propia naturaleza, todas las motivaciones o explicaciones del trabajo resultan irrelevantes y sin sentido.

 

Según el grado de desarrollo de las personas vemos su distinta motivación para trabajar.

 

En primer lugar vemos que muchas personas trabajan simplemente por ganar dinero, para poder vivir o darse los gustos que el consumismo moderno propone e impone. Es una motivación primaria y elemental pero en la que se mueven demasiadas personas. Muchas de estas personas no trabajarían si pudieran conseguir sus objetivos por otros medios más cómodos, incluso en muchos casos, aunque fueran medios ilícitos.

 

En segundo lugar están quienes trabajan para demostrar lo que valen, para ser dìgnos hijos de sus padres o dignos padres de sus hijos, como algunos de ellos dicen. Pretenden ante todo tener un buen cartel de personas laboriosas y que son capaces de conseguir muchas cosas que otros no han conseguido. Se trata de pesar más que otros en la sociedad. Su finalidad es un poco menos material que los anteriores. Si los otros querían conseguir cosas, éstos quieren conseguir fama y éxito. No solamente quieren sobrevivir con su trabajo sino que los tengan en cuenta.

 

Vemos que el trabajo es como un canal por el que expresamos nuestras capacidades de energía, inteligencia creativa y generosidad amorosa.

 

Entonces vemos que no es tanto el trabajo en sí lo que es valioso sino el amor que se pone en ese trabajo de expresión del propio ser. En este grado de desarrollo la motivación no es externa a nosotros por algo que intentamos conseguir sino que es interna, es decir, expresar lo que somos en el fondo de nosotros mismos.

 

La acción y motivación van unidas. Nada ni nadie se me impone desde afuera. La acción surge del conocimiento y comprensión de mí mismo.

 

Cuando se avanza un paso más, uno se da cuenta de que el trabajo además de expresión del potencial que somos, puede ser también de utilidad a los demás. Pero esta utilidad ya se entiende como una afirmación del verdadero ser tanto de los otros como del nuestro. Y no como una complacencia de los deseos y caprichos del "yo" inferior. En este nivel se entiende perfectamente lo que es servicio a los demás y cómo servir desde la afirmación del propio ser central de uno mismo.

 

Cuando no está bien afirmada la propia realidad, lo único que podemos ofrecer y dar a los demás es vacío, nada.

 

Hay todavía un quinto paso en el desarrollo que supone una perfecta maduración. La realización y maduración de la conciencia nos lleva más  allá de nosotros y de los otros.

 

Nos damos cuenta de que más allá de nosotros y los otros hay una Conciencia Pura, una Inteligencia y Poder Superior que es quien hace todo. Nos damos cuenta entonces de que nosotros no somos más que un medio a través del cual esa Inteligencia y Poder hace todo. EI es en realidad el único verdaderamente Hacedor. Nosotros tan sólo debemos preocuparnos de ser instrumentos aptos y estar abiertos y disponibles para la acción de Dios, del Ser.

 

Llegar a esta etapa de desarrollo supone haber madurado en la comprensión de sí y de La Vida misma. Pero no es suficiente, aunque ya es mucho, el verlo y entenderlo intelectualmente. Es necesario que esa convicción sea práctica y efectiva en la vida diaria.

 

Quien ha hecho de esta convicción una norma de su vida, queda totalmente liberado de toda inquietud y todo temor. Se libera también de todo sentido de culpabilidad del presente o del pasado.

 

Hacia la Verdad de Ti Mismo-Darío Lostado

ir al Indice


Autoconocimiento

El hombre se aferra a vínculos, tomando a otras personas como base de su seguridad y desarrolla distintas técnicas de poder disfrazadas en algunas ocasiones de amor a esos seres a los cuales manipula. Se incluye en grupos de pertenencia para sentirse seguro, perdiendo de vista que un grupo es un organismo vivo en constante transformación. Los mecanismos que utiliza para afirmarse son el aferrarse, el apropiarse, el retener, y el manipular. Todos ellos intentan producir algo imposible: detener el curso de la vida. La resistencia al cambio funciona con toda su potencia produciendo parálisis, atrofia, detención, estancamiento. Cuanto más basa su seguridad en estos mecanismos, más sufrimiento se ocasiona.

 

La rigidez psicológica que se va incrementando, lo hace cada vez más incapaz de ver lo que le pasa, cada vez más incapaz de transformarse, cada vez más incapaz de aprovechar las crisis que le va presentando la vida en su transcurrir.

 

En el Universo todo es cambio y movimiento. El hombre sin tener conciencia de que pertenece a ese universo pretende funcionar aumentando automatismos que lo fosilizan y que le hacen perder totalmente la noción de unidad. La consecuencia es que se transforma en un depredador, en un acumulador de basura, de cosas muertas e inútiles. Se aferra a sus propios excrementos que los transforma en sus bienes más preciados y se va intoxicando lentamente con ellos. Trata de aferrarse a lo que ya no es, a lo que ya cumplió su función y ya no sirve, sin darse cuenta de que lo que ya murió sirve para fertilizar lo nuevo que está naciendo. A perdido el contacto de los procesos de la vida al sentirse aislado de éstos. Utiliza su intelecto en su contra en lugar de utilizarlo para favorecer su transformación. No hay transformación sin cambio, no hay evolución sin cambio. Los automatismos psicológicos son ciegos, detienen la transformación. La seguridad interior sólo puede ser conseguida si el ser humano acompaña el movimiento de la vida, transformándose, mirándose a sí mismo, conociéndose, ya que al ser parte de una totalidad viva, es una ilusión producto de su soberbia el pensar que puede permanecer vivo violando las leyes que rigen el desarrollo de esa totalidad.

 

El proceso de autoconocimiento se realiza a través de un trabajo de auto observación. La persona tiene total libertad para realizar este trabajo y también puede decidir no realizarlo durante todos los momentos en que no tenga deseos de hacerlo. En el comienzo del proceso ya comienzan a aparecer distintas formas de resistencia a este trabajo, que seguramente van a seguir surgiendo a lo largo de todo el proceso. Estas formas de resistencia son similares a las que Freud observó en los tratamientos de psicoanálisis y que son de inevitable aparición a lo largo de todos los procesos de psicoterapia. En la psicoterapia el terapeuta ayuda al paciente a superar estas resistencias.

 

En el trabajo de autoconocimiento, la persona está sola, no recibe ayuda exterior, y todos los elementos que pueda recibir desde afuera tendrán que ser procesados por ella misma ya que así como no existen dos psicoterapias similares, tampoco existen dos formas similares de realizar el autoconocimiento.

 

En la psicoterapia, la mayor o menor habilidad del terapeuta, su formación profesional, su propia psicoterapia y también su trabajo de autoconocimiento, convierten esa labor profesional en una verdadera tarea artesanal donde la creatividad del terapeuta se enfrenta permanentemente con el desafío de ayudar a resolver esas resistencias. Debido a la tendencia a repetir del psiquismo, esas resistencias van a surgir una y otra vez adoptando diversas formas.

 

La persona que enfrenta la tarea de conocerse debe saber todo esto, ya que tendrá que realizar sola esa tarea artesanal. El sistema es muy fácil de enunciar, mas complicado para transmitir y más aún para llevarlo a cabo. La persona aparentemente quiere hacerlo y cuando comienza siente que es algo demasiado simple, que no vale la pena porque seguramente no va a dar resultado, que hay otras cosas más interesante para hacer; puede olvidarse de hacerlo o sentir que es injusto que lo tenga que hacer cuando los demás no lo hacen.

 

El trabajo se basa en la auto observación. Es necesario tener una personalidad suficientemente sólida porque lo que se observa no siempre resulta agradable. La auto observación dura cortos intervalos de tiempo y la persona puede optar por observar sus pensamientos, sus emociones, o su cuerpo.

                                                                                                               Lic. Gloria Borrás

ir al Índice


  La cura por el agua

Casi el 80 por ciento del peso del cuerpo humano lo constituye el agua.

 

Todos los humores del cuerpo tienen agua como base: la sangre, verdadera esencia de la vida física; la bilis, los jugos gástrico, pancreático e intestinal, y la saliva.

 

Las personas que no ingieren agua en abundancia están expuestos a la constipación, al estreñimiento y también a trastornos hepáticos y renales, porque sin el agua necesaria ni el hígado ni los riñones pueden funcionar normalmente.

 

Las autoridades más prestigiosas en materia de higiene privada y los más competentes fisólogos del mundo están de acuerdo que una persona de buena salud debe beber, por lo menos, dos litros de agua cada 24 horas.

 

No hay que privarse de agua en las comidas, aunque tampoco ha de beberse demasiado, porque diluirá entonces el jugo gástrico al extremo que debilitará grandemente la acción sobre el bolo alimenticio.

 

El agua caliente, limpia al estómago y los intestinos con más eficacia que las purgas alopáticas y sin riesgos. Dada como medicina y sin que haya alcanzado a hervir, no sólo lava el estómago, sino que lo descongestiona, disolviendo y facilitando la expulsión de las mucosidades adheridas a las paredes, cuyo funcionamiento vigoriza y estimula, con lo cual se conjura el riesgo de la dilatación y la dispepsia.

 

El agua caliente debe beberse al levantarse por la mañana o una hora después de comer, en cantidad de medio litro y tan caliente como pueda soportarse.

 

La cura por el agua

Yogui Ramacharaka

ir al Índice


Buscando tu lugar

LAS SUGERENCIAS

 

Abandona tus resistencias. Esto no significa que debas ser físicamente pasivo o sumiso frente a vibraciones negativas o malas jugadas. Significa: ninguna resistencia en tu mente. Sé libre en tu cabeza, actúa desde tu amor y haz lo que realmente te sienta bien. No hay acción alguna que sea siempre correcta o errada: el único factor verdadero es el amor con el cual actúas. Al abrir tu percepción, la vida mejorará por sí sola; no será necesario que hagas nada. Es una hermosa paradoja: mientras más abres tu conciencia, menos sucesos desagradables invaden tu percepción.

 

Ama tanto como puedas desde donde sea que estés. Resulta especialmente apropiado recordar esta frase cuando te sientas asustado. Escríbela en la pared de tu cuarto. Puedes no estar dispuesto a amar lo que sientes o ves, puedes ser incapaz de convencerte de que te sea posible amarlo. Pero, decide amarlo. Di en voz alta que lo amas, aun si no lo crees. Y di: "Me amo a mí mismo por odiar esto".

 

Amalo tal cual es. El modo como ves el mundo depende enteramente de tu propio nivel de vibración. Cuando tu vibración cambia, el mundo entero parecerá distinto. Es algo similar a lo que ocurre a aquellos días en que todos parecen sonreírte, porque te sientes contento. El modo de elevar tu nivel de vibración es sentir más amor.

 

Si lo que quieres es elevar tu conciencia, es inútil cambiar tus ideas, tu fe, tu conducta, tu lugar de residencia o tus compañeros.

 

No es algo arbitrario, ni tampoco un accidente, el que estés donde estás, de modo que podrías corregir tu actitud antes de cambiar nada. De otro modo, te encontrarás recorriendo toda la creación en busca del lugar correcto y ni si quiera el Mar de Extasis Infinito sería un buen lugar para ti.

 

Vas contigo mismo a donde quiera que vayas. Como dicen en el Zen: si no puedes encontrarlo ahí donde estás parado,. ¿dónde piensas merodear para encontrarlo? No hay un solo lugar en el universo donde puedas estar, si no es entre tus iguales. La dirección del cambio que hay que buscar no es una de nuestras cuatro dimensiones: es profundizando en lo que eres, en donde estás, algo así como aumentando el volumen del amplificador...

 

Amate a tí mismo. Pero, ¿el amor no se define acaso como compartir el mismo espacio con otros? De hecho, gran parte de lo que ahora concebimos como nosotros mismos nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestras emociones implica a millones de otros seres.

 

Somos libres. como entes individuales y únicos, de abandonar cualquier agrupación (como por ejemplo, la agrupación que forma nuestro cuerpo), pero en cualquier nivel al que vayamos encontraremos a otros seres con quienes armonizar.

 

Cuando te amas a tí mismo, estás, en realidad, expandiéndote en amor a muchos otros seres. Y mientras más ames, más amorosos serán los seres en tu interior y a tu alrededor.

 

En todos los niveles, somos vibraciones mutuamente dependientes. Toca una alegre melodía y vendrán alegres bailarines a unirse a tu danza.

 

Amarte a ti mismo es una disposición a estar en el mismo espacio con tus propias creaciones.

 

Amarte a ti mismo no es cuestión de reforzar tu ego. El amor que te brindes, disolverá tu ego: no sentirás necesidad de demostrar que eres superior.

 

 

Thaddeus Golas.

ir al Índice


Cursos y Talleres    Nros. Anteriores    Servicio    Otros Sitios

Contacto    Página Principal