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Revista Nro. 02
La actitud
sinérgicaEl todo es siempre mayor que la suma de sus partes. En la actitud sinérgica, nuestra atención se vuelve hacia la calidad de lo que queremos realizar grupal-mente. Esa actitud muestra el verdadero valor de trabajar en grupo, con la energía fluyendo a través de todos, sin preocupaciones con autoridad o jerarquías. Personas que actúan sinérgica-mente realizan en mucho menos tiempo y con mayor calidad las actividades que
les son destinadas.
Cuando tomamos una actitud sinérgica, nos colocamos a disposición de la inspiración que viene del Alma y sincronizamos las acciones del grupo en total
armonía.
Sugerencias prácticas para una actitud Sinérgica:
- Sé un ejemplo vivo para los niños, permitiéndoles que sean escuchados y que participen, del modo que puedan, de actividades con los
adultos.
- Observa, durante el día, cuántas personas se sintieron estimuladas por tu presencia
cooperativa.
- Involúcrate con alguna causa que te hable di-rectamente al corazón. Valoriza todo el trabajo que realizas en grupo. Cuando se trabaja con una visión y un propósito compartidos, la presencia de la calidad es
indiscutible.
Sonia Café
Del Libro de las Actitudes.
Continuando con la nota del número anterior...
Mirra: Arbustos punzantes originales de oriente medio y las regiones septentrionales de Africa y la India. El origen y la identidad botánica están lejos de haber quedado aclarados. La mirra si es pura, es un agente curativo de primera para todas las enfermedades de la piel, cicatrices, infecciones cutáneas y úlceras.
Limpia y purifica el ambiente librándolo de la carga negativa. Desinflamante y sedante. Aumenta la conciencia y la claridad mental. Regulador del metabolismo.
Lavanda: Es un arbusto de follaje perenne, aromático originario del sur de Europa en especial de las zonas costeras del Mediterráneo. Se destilan las flores al vapor en los mismos campos de procedencia.
Actúa sobre resfriados, gripe, dolores de cabeza. Se lo utiliza para evitar problemas circulatorios. Su efecto calmante y relajante puede ayudar a lograr estados profundos de meditación. (CE)
Acercarse a un metro de un pino o eucaliptus. Sentarse en el suelo mirando a un punto del tronco, distante un metro y medio de altura desde el suelo, empezar a practicar la
respiración así:Se inspira desde la base del tronco hasta el metro y medio, ascendiendo mentalmente con la respiración por la savia del tronco. Se sale del tronco, reteniendo el aliento desde la salida hasta hacerlo entrar en el cuerpo, pasándolo por todos los chakras, y se exhala recién a la salida por el último chakra hasta llegar al tronco.(CE)
Un verdadero viaje de conocimiento nos espera al bucear en las profundas aguas de nuestro ser más íntimo, descubrir nuestros secretos, nuestros miedos, nuestros mecanismos de funcionamiento, son algunos de los tesoros que nos depara tan apasionante travesía.
Una característica del psiquismo es la tendencia a repetir. Esta tendencia es ampliamente tratada por Freud en «Más allá del principio del placer y recuerdo, repetición y elaboración». Esta tendencia es responsable de la larga duración de los tratamientos de psicoterapia, ya que aunque la problemática del paciente pueda ser vista en muy pocas entrevistas la tendencia a repetir torna muy difícil los cambios. Muchas personas que ignoran esto atribuyen los tratamientos prolongados a una perversa actitud de los terapeutas que los impulsaría a mantener en relación de dependencia a sus pacientes. El psiquismo es como una sustancia que tiende a volver automáticamente a su forma primitiva, aparentemente se moldea pero su esencia rígida la lleva permanecer inmutable.
El ser humano se comporta como un verdadero aparato que repite hasta el infinito. Pero también posee una característica creativa que introduce cambios. Esta característica es la que trata de despertar el terapeuta en el paciente cada vez que surge la repetición. El ser humano es esclavo de sus propios impulsos que son totalmente desconocidos para él, se cree libre pero es tan libre
como un grabador que reproduce siempre el mismo casete. Repite conductas que a veces son útiles pero la mayoría son inútiles, aunque pueden haber servido en algún momento de la vida. A veces surgen destellos de conciencia que le permiten ver algo de esto. Pero ese destello pasa y si no se aprovecha vuelve la repetición. Como una de las características del ser humano es la soberbia, en general está muy satisfecho de ser así. Cuando surgen incomodidades referidas a esa forma de funcionar, no las aprovecha para realizar una evolución y se defiende generalmente desviando la atención fuera de sí mismo y responsabilizando a cualquier persona o cosa de sus males.
Le resulta muy difícil aceptar que la causa de la casi totalidad de sus problemas está en él mismo. Prefiere seguir funcionando como un artefacto repetidor sin darse cuenta que solamente tomando conciencia de cómo funciona, podrá llegar a convertirse en un ser humano cabal. Nace con la posibilidad de serlo, pero solamente lo logrará a través de su esfuerzo personal. Mientras repite permanece en un estado de semiconsciencia para lo que es él mismo, mientras tiene la ilusión de que maneja el mundo con su intelecto.
En realidad maneja el mundo con su intelecto y el resultado está a la vista: guerra, hambre, armamentos cada vez más sofisticados, miseria, basureros nucleares, destrucción de la capa de ozono atmosférica, etc. Su soberbia le hace pensar que mantener industrias que destruyen poco a poco su medio natural se justifica para lograr una mayor acumulación de dinero. Es lo suficientemente necio como para legar a las generaciones venideras un inmenso cementerio contaminado, ya que en eso está convirtiendo con su soberbia, a ese hermoso planeta que recibió. Evidentemente todo lo exterior es producto de lo que el ser humano construye con su mente. La basura exterior no es otra cosa que la exteriorización de la basura que existe en la mente del hombre. Solamente la transformación de cada hombre individual-mente podrá revertir este proceso. Es un proceso de trabajo individual que puede producir la transformación del «hombre artefacto» en «ser humano».La seguridad es una de las necesidades básicas del ser humano. Su inseguridad proviene de la falta de contacto consigo mismo, pero no es consciente de esto. Esa inseguridad le provoca malestar y trata de no tomar contacto con ella buscando puntales afuera. A lo largo de la vida se aferra a distintas cosas o situaciones que cree que neutralizan esa inseguridad. Acumula dinero, pero el cuidado e incremento del mismo le produce más conflicto y sufrimiento, pues teme constantemente perderlo, perdiendo con él su falsa seguridad.
Lic. Gloria Borrás
Decálogo para
conseguir la felicidad
Estas primeras diez fórmulas, le permitirán al hombre recordar, en todo momento, que su felicidad está al alcance de su mano, en este preciso instante y en todo momento.
l.- Nadie va a darme la felicidad, sólo yo puedo conseguirla. En este primer pensamiento, el ser humano toma la responsabilidad de su vida e inicia una búsqueda y un esfuerzo por encontrar eso que tanto busca.
2.- Yo soy un ser único en toda la tierra, nadie me comprende mejor que yo, y nadie sabe lo que yo necesito mejor que yo. En este segundo principio se dan las bases para eliminar cualquier ofensa que las personas reciban de parte de otras; cualquier comentario que deprima a una persona podrá ser nulificado bajo este principio, ya que la persona reconoce que nadie puede opinar acerca de ella, puesto que nadie la conoce mejor que ella misma.
3.- Lo que recibo ahora es lo que sembré ayer, y lo que siembre ahora será lo que reciba mañana. Este tercer principio permite al ser humano reconocer que los problemas actuales son resultado de acciones incorrectas del pasado, pero que, por lo mismo, el momento presente es el indicado para ir sembrando un futuro.
4.- Ni el pasado ni el futuro pueden lastimarme, sólo el presente tiene valor en mi vida. Entendiendo este cuarto principio, la persona le dará todo el valor que tiene su momento presente y le restará importancia a los hechos pasados que le causan remordimientos, y a los hechos futuros que le causan angustia.
5.- Sólo yo decido lo que debo hacer en este momento. Es decir, el ser humano entiende que las influencias ajenas son tan sólo eso, influencias, y él es el único que puede decidir qué hacer en ese instante.
6.- Sólo en el amor y en la paz interior puedo tomar las decisiones correctas. Es decir, si hemos de actuar en el tiempo presente, tendremos que hacerlo en paz y con amor, pues de esta manera, las acciones que tomemos estarán inspiradas en nuestra más alta capacidad tanto de servicio como de inteligencia.
7.- En mis decisiones tomaré siempre en cuenta el beneficio de los demás. Es decir, tomaré aquellas decisiones que beneficien a la mayor cantidad de personas; de esta forma, mi vida se estará encaminando hacia la más alta gloria que es la de recibir la compensación por el servicio prestado a los demás.
8.- Mi cara es el reflejo de mi estado interior. Es decir, cuidemos siempre el aspecto de nuestro rostro, adornémoslo siempre con la sonrisa, y que los ojos se encuentren siempre prestos a mandar una mirada de amor, porque de esta forma estaremos reflejando la serena armonía de quien ha aprendido a caminar en el sendero de la felicidad.
9.- Soy un hombre al servicio de la humanidad. Es decir, todo lo que yo haga, todo lo que yo diga, todo lo que yo piense o sienta, servirá para gloria de la humanidad, o bien, para perdición de ella.
10.- Yo tengo una misión en la vida, ser feliz y hacer feliz a los demás. Este último principio da sentido a nuestra existencia, y, a la vez, orienta nuestros esfuerzos hacia el beneficio de toda la humanidad.(CE)
En la ciudadela Araceli, se fue desarrollando una pequeña ciudad con un gran centro para encuentros, distintas escuelas de formación, empresas artesanales para dar trabajo a los jóvenes y la redacción de una revista.
Para muchos es un motivo de esperanza y de renovación espiritual. Esta es una de varias ciudades que surgieron en distintas partes del mundo aunque con distinción de matices: Fontem en Camerún; Ottmaring en Alemania; Tagaytay en Filipinas.
Esta idea de las ciudadelas surgió en la persona de Chiara Lubich vacacionando en Einsiedeln, Suiza donde se encuentra el santuario mariano y la abadía benedictina donde aún hoy viven tal como lo planteaba San Benito ("ora et lavora") siglos atrás.
Los focolarinos, son el corazón del movimiento, libremente dan todo lo que poseen poniendo en común todos los meses el fruto de su trabajo, explicitando ese carisma particular que representa la comuníón de bienes, éste es un elemento nuevo ya observado en la primitiva comunidad cristiana por eso entre ellos no había indigentes.
Para que esto no sea una mera utopía hay que cuidar la finalidad última:
1º) ayuda a los más necesitados.
2º) desarrollo de las empresas, si se detienen no producen
3º) desarrollo de las estructuras para formar hombres nuevos. O sea que se observan dos dimensiones: una ciudad celestial ( familias, voluntarios, escuelas de formación, etc.) y una ciudad terrena (actividad empresaria y otras estructuras sociales). Se aspira a que esta idea fascinante contribuirá a estimular una nueva mentalidad, un nuevo estilo de vida en el campo socio-económico.
Lo que convierte a este programa en algo tan atractivo no es sólo el hecho de que existan países donde hay unos pocos ricos y millones de pobres, sino por la coherencia que encierran sus principios inspiradores, por ejemplo la perspectiva de unidad con Dios y los demás hombres, "que debe concretarse en gestos concretos bajo todos los aspectos de la vida" y "el punto de vista económico que, debe respetar la libertad de la persona pero también tiene que reflejar la comunión, típica de la espiritualidad del movimiento".
La vida en esta comunidad se caracteriza por la práctica de la comunión de bienes unido a un elevado concepto sobre el trabajo, considerado como constitutivo del hombre porque por medio de él se realiza el plan de Dios sobre nosotros, por lo que se tiene que tratar de hacerlo de la forma más perfecta posible. siempre con ese desapego que tiene aquel que nunca ubica al trabajo , ni el resultado, ni la ganancia o el poder que logran, en el lugar de Dios.
Luis Ramos
